El mapa de los ingredientes complementarios para cada categoría de este espumoso ofrece alternativas para disfrutar con cavas de Guarda, Reserva y Gran Reserva, así como los exclusivos cavas de Paraje Calificado.
Maridajes para cada categoría de cava
Para llegar a esta conclusión, el créateur d’harmonies trabajó junto a su equipo durante un año y medio, realizando cromotografía de gases y otras técnicas de laboratorio con el fin de establecer el perfil aromático –conformado por las moléculas dominantes– de las principales categorías de cava: Cava de Guarda (con un mínimo de 9 meses de crianza), Reserva (más de 15 meses), Gran Reserva (más de 30 meses) y Cava de Paraje Calificado (más de 36 meses).
Para cada una de esas categorías, Chartier identificó alimentos en los que prevalecen las mismas moléculas, diseñando así un mapa con ingredientes y platos que alcanzan una alta sinergia aromática con los diferentes tipos de cava.
Así, según este estudio, el cava de Guarda –la categoría más joven– el perfil aromático está marcado por "notas de anís (especialmente cuando hay una fuerte presencia de variedad de uva xarel·lo o pansa blanca), fruta blanca (manzana, piña, pera), flores blancas (afta, lila), sin olvidar las notas herbáceas y cítricas". Aun cuando en cada categoría existen multitud de matices, dependiendo de las variedades de uva, origen, etc., el estudio sugiere, para estos cavas jóvenes y fragantes, el consumo de frutas como la manzana verde, el melocotón, el plátano, la pera y la naranja, hierbas frescas –cilantro, hinojo, eneldo, menta, lavanda, shiso– e ingredientes diversos como grasa de cerdo, patatas fritas, aceite de oliva y gambas. Con ello, cabe pensar que unas gambas a la plancha o un ceviche de mariscos –así como el sushi y el guacamole– pueden resultar idóneos con un cava como Parxet Brut Nature o un best seller como Anna de Codorníu Brut.
Con un envejecimiento más pronunciado, los cavas de categoría Reserva, se distinguen por un perfil aromático dominado por las notas de fruta blanca madura (pera, manzana amarilla) y amarilla (piña, albaricoque, melocotón), acentos característicos de frutos secos y matices de miel, pastelería y café. Desde el punto de vista molecular, algunos los ingredientes complementarios para este tipo de espumoso son muy diversos: desde miel, tomate, puerros, almendras, pistachos y cacao, hasta embutidos (bull blanc, butifarra), higos secos, salsa de soja, pimentón, pescados ahumados, curry, salsa de soja, vieiras y cigalas. En su búsqueda de recetas globales que armonicen con mayor precisión con el cava Reserva, Chartier ha encontrado unos cuantos clásicos: tortilla de patatas, tacos al pastor, tempura de gambas y causa limeña de pollo son algunas de las delicias del mundo que pueden disfrutarse con un cava de nuevo concepto, como Raimat Lo Fred de Ponent Xarel·lo, o un clásico de toda la vida, al estilo de Codorníu Non Plus Ultra Brut Reserva Eco.
Con más de 30 meses de crianza, el cava Gran Reserva está marcado por la autólisis de las levaduras, lo que determina un perfil aromático más rico en matices tostados, especiados, de mantequilla y fruta confitada. Aunque también aparecen notas de fruta blanca, su análisis molecular abunda en la presencia de tostados: café, chocolate, avellanas, pan... como consecuencia de la trasformación del vino durante el proceso de envejecimiento. Para esta categoría, el estudio de Chartier establece como ingredientes complementarios el maíz, guayaba, chipotle, manzana cocida, avellana y almendras tostadas, leche de coco, queso Cheddar añejo, jamón ibérico, carne de ternera, foie gras, café, gambas rojas y varios tipos de bivalvos, como ostras, mejillones y vieiras. De acuerdo a estas relaciones, la paella, el tradicional pavo asado –como el que se toma en los Estados Unidos el día de Acción de Gracias–, el jamón ibérico, la anguila ahumada y las fajitas mexicanas son platos que armonizan perfectamente con cavas como el excelso rosado Ars Collecta Grand Rosé Reserva 2019.
Por fin, para el cava de Paraje Calificado, el de mayor envejecimiento según las normativas del Consejo Regulador y, por tanto, dotado de un perfil más complejo, rico en acentos confitados, picantes y tostados, François Chartier apunta como complementos trufas, café, setas, pan de especias, carne ahumada, chocolate negro, queso madurado, especias (clavo, vainilla, regaliz, canela), regaliz, dátiles, salsa de soja y huitlacoche. Un tipo de cava marcado por notas evolutivas puede resultar acorde para disfrutar con arroz negro, mole poblano, redondo de ternera relleno y unos anticuchos peruanos. Habrá que probar estos platos de sabor intenso con algunos de los mejores ejemplos de esta exclusiva categoría, como Ars Collecta Paraje Calificado La Fideuera y Ars Collecta Paraje Calificado El Tros Nou, para saber si el experto canadiense está en lo cierto.
Aunque el mismo Chartier advierte que "En la percepción del vino influyen la copa, la temperatura de servicio, la compañía, las experiencias vividas por cada uno de nosotros, la genética, las tradiciones sociales y también la cultura. Este trabajo no pretende otra cosa que ser una herramienta que contribuya a organizar la información y desmontar creencias". Si es así, brindamos por ello, con una copa de cava.