Casa de la Procura representa la cuna del Priorat y sus variedades autóctonas e históricas, la Garnacha y la Cariñena, plantadas alrededor de la Cartuja de Scala Dei. Un vino que muestra la máxima expresión de estas variedades.
De aspecto limpio y brillante. De un color rubí atractivo, con tonos violáceos. De capa media con tonalidades granates y azulosas en el ribete.
Intensos y persistentes aromas de frutas rojas y negras, bayas del bosque, moras. Acompañados por matices florales de violetas, sutiles toques especiados, hierbas aromáticas y notas tostadas. Complementados los aromas minerales que aporta la llicorella.
Vino con cuerpo, estructurado pero con finura y sedosidad en boca. Con taninos maduros y elegantes y un final largo y persistente.
Scala Dei es la bodega más antigua del Priorat, cuyo origen reside en las tierras que rodeaban el monasterio de Scala Dei, donde los monjes Cartujanos elaboraban vino desde el año 1163. Hoy se conserva el mismo espíritu del trabajo artesanal hecho a mano adaptado a las nuevas técnicas. Los vinos de Scala Dei son una auténtica expresión del terroir, elaborados a partir de unas privilegiadas viñas que destacan por ser las más antiguas de la zona, situadas entre los 400 y 800 metros de altura, y con unos suelos singulares en diferentes orientaciones.
Fermenta a temperatura controlada para conservar los aromas frutales.
Una vez definidas las viñas que irán destinadas a este vino, los racimos previamente seleccionados en el viñedo llegan a la bodega en pequeñas cajas de 16 Kg, donde son revisados minuciosamente por el personal de la bodega en su paso por la mesa de selección vibratoria. Después de su despalillado y estrujado, fermenta a temperatura controlada para conservar los aromas frutales. Posteriormente, la crianza tiene lugar en barricas de roble francés durante 9 meses. Esta crianza se completa en botella para que el vino llegue al mercado en óptimas condiciones para su consumo.
La intención de conseguir la mejor calidad hace que la vendimia sea exclusivamente manual.
Variedades autóctonas del Priorat de viñedos de diferentes edades (entre 35 y 60 años), plantados en terrazas arcillosas y los típicos costers de llicorella del Priorat. La orografía, el sistema de conducción en vaso y por encima de todo, la intención de conseguir la mejor calidad hace que la vendimia sea exclusivamente manual. Las viñas están situadas entre los 500 y los 800 metros de altitud, hecho que favorece una maduración lenta y regular permitiendo obtener una gran cantidad de matices al combinar diferentes altitudes y orientaciones. El resultado es un vino complejo y equilibrado.