Vinos del Paseante es una colección de vinos de diferentes Denominaciones de Origen españolas, seleccionados con el objetivo de descubrirlo, aportar seducción y maravillar con su carácter auténtico. La selección se inspira en la figura ideal del Paseante, persona curiosa y vital que recorre los mundos del viñedo para localizar nuevas emociones y nuevos vinos. Colección destinada a personas con sed de conocimiento, conscientes de la trascendencia del territorio y de la historia.
Cereza picota con irisaciones violáceas, intensidad media-alta.
Fruta negra, violeta, higo y ciruela negra. Balsámico, regaliz, sotobosque mediterráneo, fondo de cacao y especias.
Fresca, mentolada y con buena carga de fruta, de tanicidad amable, buen equilibrio y elegancia.
Las uvas ecológicas de la variedad monastrell son seleccionadas y vendimiadas en su momento óptimo de maduración. Éstas son despalilladas y sometidas a baja temperatura previa a la fermentación para obtener una mayor complejidad aromática.
La fermentación tiene una duración de 10 días, aunque se prolonga el contacto con los hollejos para aportar mayor redondez y complejidad. Después descubamos y prensamos el vino y se deja reposar hasta su fermentación maloláctica. Una vez finalizada se clarifica y filtra y pasa a ser embotellado. Durante la elaboración buscamos potenciar la expresión frutal y la frescura del monastrell, manteniendo unos taninos suaves que hagan fácil su paso en boca.
Alicante tiene una larga tradición vinícola que se remonta a los primeros asentamientos íberos en la provincia y que ha continuado de forma ininterrumpida hasta nuestros días.
La zona del Alto Vinalopó, de donde procede La trobada, se encuentra entre 500 y 600 metros de altitud y es la puerta de entrada del mediterráneo a la meseta castellana. Los veranos son secos y cálidos y los inviernos fríos, con precipitaciones medias en torno a los 300-400 mm centradas en otoño y primavera. En esta zona encontramos suelo calcáreo, predominante en todo el sureste peninsular. El suelo es pobre en materia orgánica y la textura media y gruesa de los suelos proporciona una adecuada porosidad y permeabilidad que facilita el drenaje y los hace adecuados para el cultivo de la vid. La monastrell es la variedad autóctona y la que cuenta con mayor presencia. Adaptada perfectamente al entorno, consigue una maduración óptima y unos rendimientos medios para obtener unos vinos de gran calidad.