La sorpresa del envejecimiento. Espumoso fruto de una precisa selección de Chardonnay (64%) y Pinot Noir (36%) del pueblo de Alella y con una larga crianza. Producción de 4.000-6.000 botellas.
De color amarillo pajizo con reflejos dorados brillantes.
Aromas de fruta blanca muy madura.
En boca es amplio, estructurado y voluminoso con notas de tostados y bollería como resultado de la larga crianza. Presenta una burbuja fina e integrada.
La bodega toma por nombre el de la masía histórica (siglo XVIII) que se erige entre sus viñas de Santa María de Martorelles (Vallès Oriental). El denominador común de los vinos es la variedad autóctona de la zona (pansa blanca) y la singularidad de las viñas, todas ellas históricas y, en algunos casos, plantadas antes de la filoxera. Otro denominador común es el cuidado de la cepa para que el vino sea la expresión más honesta del terroir donde ha nacido.
Selección parcelaria. Prensado de la uva y fermentación a temperatura controlada de 17ºC en barricas de diferentes medidas de roble francés de grano fino.
El invierno fue normal y seco, mientras que la primavera fue lluviosa y fría, lo que retrasó la brotación de la planta y la maduración del fruto. Las lluvias de septiembre también contribuyeron a este hecho, haciendo que la vendimia fuese significativamente más tarde en comparación con los últimos años. Los vinos son frescos, aromáticos y elegantes.
Alella se caracteriza por un suelo de textura arenisca llamado “sauló”.
La densidad de plantación es de 3.700 cepas/Ha con un marco de plantación de 2,2 x 1,2 metros. La conducción de las cepas es en espaldera y realizamos una poda corta. Los viñedos se encuentran en el municipio de Alella. El viñedo de Chardonnay predomina el sauló más crudo generando una uva muy concentrada. El Pinot está cultivado en una parcela donde existe también presencia de arcilla roja permitiendo mantener la frescura y volumen en la uva.