Agustí Vilaret fundó Mont-Ferrant en 1865. Se fue a América siendo muy joven; en aquella época era habitual que los españoles fueran a América a hacer fortuna; volvió a Blanes cuando tenía 45 años. L'Americano de Blanes era el apodo del fundador de Mont-Ferrant; todo el mundo en el pueblo le conocía por este nombre. En la fermentación y el licor de expedición cambiamos el azúcar de remolacha comúnmente utilizado por azúcar de caña.
El afrutado inicial se suaviza gradualmente hacia una fase cremosa y dulce, capaz de equilibrar la excelente madurez que el vino ha adquirido con el paso del tiempo.
El afrutado inicial se suaviza gradualmente hacia una fase cremosa y dulce, capaz de equilibrar la excelente madurez que el vino ha adquirido con el paso del tiempo.
Las burbujas crujen en boca, revelando una deliciosa profundidad aromática de cítricos y ahumados, armoniosamente combinados con una nota mineral final aportada por el Chardonnay.
Recién llegado de hacer fortuna en las Américas y con la mente llena de ideas y proyectos ambiciosos, Agustí Vilaret fundó en 1865 la bodega Mont-Ferrant. Así, compró Mas Ferrant en la localidad de Blanes (Girona) y con el objetivo de convertirse en elaborador de champán plantó viñedos, construyó una nueva bodega y adquirió el utillaje necesario para elaborar el primer cava Mont-Ferrant. Desde entonces, los cavas Mont-Ferrant destacan por desarrollar una personalidad marcada por una acidez profunda, una gran capacidad de guarda y un carácter difícil de olvidar.