¿Cómo se curó la filoxera?
La cura para esta plaga no fue un proceso sencillo ni inmediato, sino más bien el resultado de una ardua labor, colaboración interdisciplinaria y aplicación de métodos innovadores. Entonces la gran pregunta es ¿Cómo se combate la filoxera de la vid? Ante la devastación provocada por la plaga en los viñedos europeos, viticultores, científicos y enólogos se unieron para encontrar soluciones que pudieran revertir los estragos causados por esta plaga. Aquí detallamos los principales enfoques que se adoptaron para combatir a la filoxera y sus tratamientos:
- Desarrollo de vides resistentes: La respuesta más efectiva y duradera. De hecho, esta solución se ha convertido en una práctica estándar en la viticultura actual, garantizando la salud y la longevidad de los viñedos. A través de meticulosos programas de cría y selección, se identificaron cepas de vid que demostraron resistencia natural al ataque de la plaga. Estas variedades resistentes se utilizaron como portainjertos, es decir, se injertaron con las variedades de uva deseadas para formar plantas más robustas y capaces de resistir a este insecto consiguiendo vinos blancos y vinos tintos de gran calidad totalmente libres de tratamientos químicos.
- Injerto como solución: Técnica que aprovechó la capacidad de las plantas de vid para formar uniones compatibles, permitiendo que las variedades resistentes se fusionaran con las variedades de uva tradicionales. Este proceso permitió preservar las características deseables del vino, al tiempo que se garantizaba la resistencia al insecto invasor.
- Investigación científica intensiva: Científicos agrícolas y enólogos realizaron extensas investigaciones sobre la biología de la filoxera de la vid y las interacciones entre las vides y el suelo. Este conocimiento más profundo permitió desarrollar estrategias más efectivas para la selección de variedades resistentes y comprender mejor cómo prevenir la propagación de la plaga.
- Colaboración internacional: Dada la naturaleza transfronteriza de la plaga, los conocimientos y las experiencias compartidas entre diferentes regiones vitivinícolas afectadas permitieron una respuesta más eficaz y rápida. La colaboración también se extendió a instituciones científicas y gubernamentales, marcando un hito en la cooperación global en temas agrícolas.
- Implementación de prácticas de control integrado: Se adoptaron con el fin de limitar la propagación de este parásito. Estas prácticas incluyeron la desinfección de herramientas agrícolas, la restricción del movimiento de material de plantación y la aplicación de medidas preventivas en las áreas aún no afectadas.
A medida que estas estrategias se implementaron de manera conjunta, se logró contener la propagación de este invasor insecto y se sentaron las bases para la recuperación de los viñedos europeos. Aunque la plaga dejó una marca indeleble en la historia del vino, la tenacidad y la innovación de la comunidad vitivinícola permitieron superar este desafío, llevando a la creación de viñedos más resistentes y sostenibles en el proceso.
Actualmente, gracias a estas soluciones innovadoras y al conocimiento acumulado sobre cómo enfrentarse a esta plaga, la industria vitivinícola ha logrado mitigar el impacto de este parásito en comparación con la devastación que causó en el pasado. Los viticultores continúan monitorizando de cerca sus viñedos y aplicando medidas preventivas para evitar su propagación y mantener la salud de las vides.