Para descubrir los mejores vinos del Priorat, una excelente alternativa es recurrir a sus bodegas más representativas, como Scala Dei, cuya gama exhibe la riqueza de matices que atesora esta ancestral comarca vinícola.
Scala Dei, la bodega más antigua de los mejores vinos del Priorat
Además de las bodegas instauradas en los años '80 del siglo pasado por Álvaro Palacios, René Barbier (Clos Mogador), José Luis Pérez (Clos Martinet) y demás viticultores visionarios que sentaron las bases del resurgimiento del Priorat como región vinícola de prestigio, cabe destacar Scala Dei como modelo a la hora de representar la historia, identidad y carácter de este territorio vinícola tan singular.
Scala Dei es la bodega más antigua del Priorat. Su fundación se remonta al siglo XIX, aunque sus orígenes son mucho más antiguos: en las tierras que circundan al emblemático monasterio que da nombre a la bodega –y que se considera la primera cartuja de la Península Ibérica–, los monjes cultivaban vides y elaboraban vino desde el año 1163.
Tras la desamortización de Mendizábal (1836-1837), las tierras e inmuebles pertenecientes al monasterio de Scala Dei pasaron a manos privadas, pero la actividad vinícola no se interrumpió. Los nuevos propietarios apostaron por dar continuidad a la actividad vinícola de los cartujanos, adecuando las antiguas dependencias de los monjes a la producción de vinos. Así, la nave de crianza donde actualmente envejecen los vinos de Scala Dei es una construcción del siglo XVII, la misma que funcionó como residencia del procurador de la cartuja.
En 1973, el proyecto de la "bodega de los cartujanos" echaba a andar y un año más tarde la nueva bodega embotellaba la primera añada del tinto Scala Dei Cartoixa, marcando un hito: fue el primer vino del Priorat que llegaba al mercado embotellado.
Con estos antecedentes, Scala Dei puede vanagloriarse de ser la bodega más antigua de la D.O.Q. que, hacia el final de la década de 1980, se convertiría en la gran revelación del vino español.
Desde la llegada del grupo Raventós Codorníu, en el año 2000, al accionariado de la bodega, Scala Dei ha entrado en una etapa de gran dinamismo, ampliando y modernizando sus instalaciones, lo que ha potenciado la calidad de su gama de vinos.
Así, beneficiándose de viñas excepcionales –se cuentan entre las más antiguas de la zona–, localizadas entre los 400 y 800 metros de altura, en suelos de diversa composición y privilegiada orientación, hoy la bodega presenta una amplia oferta de alternativas para exhibir la riqueza de matices que luce el Priorat, desde la frescura más nítida de la garnacha en el nuevo El Tribut de Scala Dei y la fragante delicadeza del aclamado rosado Scala Dei Pla dels Àngels, pasando por la rotunda personalidad del tinto de garnacha de rasgos más tradicionales, Scala Dei Prior, el monovarietal de cariñena que rompe con la querencia de la casa hacia la dominante garnacha, Scala Dei Heretge, y las dos cuvées más excepcionales: Scala Dei St. Antoni, tinto de viñedo único que ya trabajaban los monjes cartujos, y Scala Dei Masdeu 2013, igualmente de viñedo ancestral y vinificado con técnicas arcaicas que habían desaparecido en Priorat. Sin olvidar el blanco Scala Dei Pla dels Angels, que recupera un clásico de la bodega con la vocación de mostrar la expresión más fresca de la garnacha blanca de la comarca.